lunes, 19 de julio de 2010

Llueve.

Todo depende de como lo mires.
Tal vez buena, tal vez mala, pero siempre una decisión.
Elegir siempre es difícil.
Puede ser, que si hubiera elegido otro camino
tuviese un imperio a mis pies.
O pudieses permanecer a mi lado.
Pero no elegí la que debí.
Y ahora vuelas con el viento,
por un camino por el cual no puedo acompañarte
tan lejos que no podré alcanzarte.
Lo único que puedo hacer es verte marchar.
Con la vista puesta en ti,
hasta que desaparezcas en el horizonte.
E imaginaré,
que das la vuelta y vuelves,
con una dulce melodía que acompaña todos y cada uno de tus movimientos,
y llueve.
El piano sigue sonando en mi mente,
pero no apareces.
Mientras el cielo llora conmigo.

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